sábado, 7 de diciembre de 2013


La voluntad como el primer potencial

 

En muchas oportunidades a lo largo de la vida creemos de manera errónea que el éxito, el hecho de obtener un diploma, el de ser destacado en una profesión se debe a la inteligencia. Se ha estudiado al respecto y mucho. Si bien es necesaria una cuota de inteligencia para todo en la vida, es la voluntad lo que nos conduce a obtener los mejores resultados en todos los ámbitos de nuestra vida.

Primero hablemos acerca de qué es la voluntad para luego explicar por qué es gracias a ella que alcanzamos los objetivos y metas propuestas.

La voluntad es una capacidad que todos teneos de manera consciente y gracias a ella logramos llevar a cabo algo determinado con una intención determinada. Y aunque la adversidad se anteponga, como así también los obstáculos y las famosas piedras en el camino, siempre que tengamos voluntad salimos adelante. Muchas veces suele suceder que comenzamos algo como puede ser  la práctica de un deporte o un estudio y al poco tiempo abandonamos bajo la excusa de que no nos gusta, nos aburrimos o porque hemos tenido un contratiempo. Es allí en dónde no debemos caer en la trampa, fortalecer este potencial y ponerlo en marcha para continuar si es verdaderamente nuestro deseo.

Existes cientos de estudiantes universitarios que abandonan  sus estufidos por miedo a fracasar a exámenes, por temor a no poder, porque creen que será muy difícil y que no son suficientemente inteligentes. No es así. Todos podemos estudiar lo que queramos. No hace falta ser un erudito en un tema específico. Con el motor como voluntad y la perseverancia, alcanzamos lo que deseamos por más difícil que sea y por más piedras que hallemos en el camino. No se deben poner excusas, no hay excusas sino falta de voluntad dice un refrán. La voluntad la pueden imaginar como a un músculo del cuerpo, cuanto más la usemos  mejor será su tonicidad, si no la usamos se atrofia. Hay que alimentarla y ejercitarla porque en la vida todo es lucha, todas son responsabilidades que no podemos delegar en otros, sino hacernos cargos de las mimas. Tenemos talentos, dones y si usamos la voluntad podemos ser un Shakespeare  o un Einstein. Este último dijo: “no tengo talento, sólo curiosidad”. La frase lo dice todo. Todo depende pura y exclusivamente de la voluntad que pongamos en cada acción.

¿Cómo podemos reforzar y aumentar la voluntad? Una buena alternativa es  creando buenos hábitos, es decir quitar de la vida todo aquello que nos daña tanto en lo físico como en lo mental y emocional. Seguir desarrollando conocimientos a través de los cuales nuestra inteligencia y curiosidad se verán incrementadas. Toda información suma y nos aporta algo, por lo cual no debemos descartar nada que pueda sernos útil en nuestros proyectos. Es necesario cultivarse y esto no se logra de la nada, hay que poner garra y constancia. Finalmente, es indispensable saber cuáles son las prioridades que tenemos e ir comenzando dese lo más importante, o de aquello que más urgencia requiere. Revisando esta lista menta o escrita de prioridades y con voluntad podremos alcanzar todo lo que deseemos. Nada es imposible como tampoco nada es fácil, pero tampoco está fuera de nuestro alcance. La voluntad es un potencial increíble que nos ayuda a enfocarnos en lo que queremos hacer y lograrlo, para luego mantenerlo y que perdure de manera sólida. Es con la voluntad que cada uno de nosotros se puede  superar a sí mismo. Esta es una herramienta que debemos enseñar a los niños desde muy pequeños. La voluntad tiene que ver con el poder. Y podemos todo lo que anhelamos. Nunca nos demos por vencidos. El fracaso no es para lamentarse, el fracaso nos ayuda y nos empuja para seguir subiendo peldaños.

 

 

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