Practiquemos cada día más la bondad.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
El valor el AMOR y de la AMISTAD
Hablando de valores...
Hablando de valores...
Erase una vez una niña que era muy pobre, pero muy pobre que nadie la quería por ese motivo.
Un vez la niña estaba sola pero necesitaba estar con alguien, tener unaamiga. Al poco tiempo conoció una niña que era millonaria, aunque la niña era muy rica tenía una personalidad muyhumilde. Empezaron a hablar y se hicieron muy amigas.
Un vez la niña estaba sola pero necesitaba estar con alguien, tener unaamiga. Al poco tiempo conoció una niña que era millonaria, aunque la niña era muy rica tenía una personalidad muyhumilde. Empezaron a hablar y se hicieron muy amigas.
Durante mucho tiempo tuvieron una amistad muy estrecha y se tenían mucho cariño entre sí.
La niña pobre no tenía padres ni una casa donde dormir, entonces a la niña rica se la ocurrió llevarla, a su amiga a vivir a su casa.
La niña pobre no tenía padres ni una casa donde dormir, entonces a la niña rica se la ocurrió llevarla, a su amiga a vivir a su casa.
Desde ese momento todo el mundo comprendió que la niña millonaria valoraba mucho la amistad y el amor que tenía con su nueva amiga.
Siempre estuvieron juntas sin discutir y fueron muy felices para siempre.
La amistad no sabe de raza, de religión ni de poder....la amistad es AMOR
lunes, 9 de diciembre de 2013
sábado, 7 de diciembre de 2013
La voluntad
como el primer potencial
En muchas oportunidades a lo largo de la vida creemos de manera
errónea que el éxito, el hecho de obtener un diploma, el de ser destacado en
una profesión se debe a la inteligencia. Se ha estudiado al respecto y mucho.
Si bien es necesaria una cuota de inteligencia para todo en la vida, es la
voluntad lo que nos conduce a obtener los mejores resultados en todos los
ámbitos de nuestra vida.
Primero hablemos acerca de qué es la voluntad para luego explicar por
qué es gracias a ella que alcanzamos los objetivos y metas propuestas.
La voluntad es una capacidad que todos teneos de manera consciente y gracias
a ella logramos llevar a cabo algo determinado con una intención determinada. Y
aunque la adversidad se anteponga, como así también los obstáculos y las
famosas piedras en el camino, siempre que tengamos voluntad salimos adelante.
Muchas veces suele suceder que comenzamos algo como puede ser la práctica de un deporte o un estudio y al
poco tiempo abandonamos bajo la excusa de que no nos gusta, nos aburrimos o
porque hemos tenido un contratiempo. Es allí en dónde no debemos caer en la trampa,
fortalecer este potencial y ponerlo en marcha para continuar si es
verdaderamente nuestro deseo.
Existes cientos de estudiantes universitarios que abandonan sus estufidos por miedo a fracasar a exámenes,
por temor a no poder, porque creen que será muy difícil y que no son
suficientemente inteligentes. No es así. Todos podemos estudiar lo que queramos.
No hace falta ser un erudito en un tema específico. Con el motor como voluntad
y la perseverancia, alcanzamos lo que deseamos por más difícil que sea y por
más piedras que hallemos en el camino. No se deben poner excusas, no hay
excusas sino falta de voluntad dice un refrán. La voluntad la pueden imaginar
como a un músculo del cuerpo, cuanto más la usemos mejor será su tonicidad, si no la usamos se
atrofia. Hay que alimentarla y ejercitarla porque en la vida todo es lucha,
todas son responsabilidades que no podemos delegar en otros, sino hacernos
cargos de las mimas. Tenemos talentos, dones y si usamos la voluntad podemos
ser un Shakespeare o un Einstein. Este último
dijo: “no tengo talento, sólo curiosidad”. La frase lo dice todo. Todo depende pura
y exclusivamente de la voluntad que pongamos en cada acción.
¿Cómo podemos reforzar y aumentar la voluntad? Una buena alternativa
es creando buenos hábitos, es decir
quitar de la vida todo aquello que nos daña tanto en lo físico como en lo
mental y emocional. Seguir desarrollando conocimientos a través de los cuales nuestra
inteligencia y curiosidad se verán incrementadas. Toda información suma y nos
aporta algo, por lo cual no debemos descartar nada que pueda sernos útil en
nuestros proyectos. Es necesario cultivarse
y esto no se logra de la nada, hay que poner garra y constancia. Finalmente, es
indispensable saber cuáles son las prioridades que tenemos e ir comenzando dese
lo más importante, o de aquello que más urgencia requiere. Revisando esta lista
menta o escrita de prioridades y con voluntad podremos alcanzar todo lo que
deseemos. Nada es imposible como tampoco nada es fácil, pero tampoco está fuera
de nuestro alcance. La voluntad es un potencial increíble que nos ayuda a
enfocarnos en lo que queremos hacer y lograrlo, para luego mantenerlo y que
perdure de manera sólida. Es con la voluntad que cada uno de nosotros se puede superar a sí mismo. Esta es una herramienta
que debemos enseñar a los niños desde muy pequeños. La voluntad tiene que ver
con el poder. Y podemos todo lo que anhelamos. Nunca nos demos por vencidos. El
fracaso no es para lamentarse, el fracaso nos ayuda y nos empuja para seguir
subiendo peldaños.
Desde mi humilde lugar, quiero homenajear a un grande como lo fue Nelson Mandela que sí conocía la importancia de los valores y aún más supo siempre llevarlos a la practica manteniendo una conducta asombrosa y admirable. Por ello he rescatado una de sus tantas frases que tanto dicen y trasmiten.
"Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre".
"Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos".
"Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel".
"Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí".
"La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad".
"Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo".
"Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia. La prensa debe ser libre de la interferencia del Estado. Debe tener la capacidad económica para hacer frente a las lisonjas de los gobiernos. Debe tener la suficiente independencia de los intereses creados que ser audaz y preguntar sin miedo ni ningún trato de favor. Debe gozar de la protección de la Constitución, de manera que pueda proteger nuestros derechos como ciudadanos".
"Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo".
"Quienes se comportan en base a la moral, la integridad y la coherencia no tiene por qué temer a las fuerzas de la inhumanidad y la crueldad".
"Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre".
"Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos".
"Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel".
"Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí".
"La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad".
"Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo".
"Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia. La prensa debe ser libre de la interferencia del Estado. Debe tener la capacidad económica para hacer frente a las lisonjas de los gobiernos. Debe tener la suficiente independencia de los intereses creados que ser audaz y preguntar sin miedo ni ningún trato de favor. Debe gozar de la protección de la Constitución, de manera que pueda proteger nuestros derechos como ciudadanos".
"Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo".
"Quienes se comportan en base a la moral, la integridad y la coherencia no tiene por qué temer a las fuerzas de la inhumanidad y la crueldad".
lunes, 2 de diciembre de 2013
Como habrán leído, hablé acerca de inculcar valores a los niños lo cual implica y abarca a la filosofía. Encontré un excelente libro que espero compartan quienes están de acuerdo con mi idea. Todo es posible y lo que deseamos- espero coincidan conmigo- es una sociedad con gente con valores. Es a través de juegos y diversas formas de trabajo que los niños comienzan a integrar compartimientos y conductas acertadas de manera amena.
Filosofía para la infancia
Relatos y desarrollo de actividades
Relatos y desarrollo de actividades
Este libro es una contribución a la educación infantil. Ofrece diversos relatos a las y los educadores permanentemente inquietos por probar nuevas formas de trabajo con niños y niñas.
A partir de las actividades y ejercicios que se proponen en esta obra, se podrá estimular la expresión del pensamiento infantil, las capacidades perceptuales y de observación, de empatía y comunicación respetuosa. A su vez, los niños y niñas podrán verbalizar sentimientos, inquietudes, emociones, temores y deseos, permitiéndoles un mayor conocimiento de sí mismos y de la complejidad de los procesos personales.
Al mismo tiempo, se motiva a los y las educadoras para trabajar con la filosofía en el sistema curricular, entendiendo a ésta como actitud de indagación y exploración permanente de ideas, pensamientos, emociones y sentimientos y de los modos de decir y nombrar todo aquello que solemos llamar nuestra realidad.
Olga Grau Duhart
domingo, 1 de diciembre de 2013
miércoles, 27 de noviembre de 2013
La escuela y los valores
¿De qué manera podemos lograr que los alumnos alcancen sin tantas dificultades los contenidos? ¿Cuál es la forma de incentivarlos? ¿Cómo podemos mejorar la convivencia en el aula de clases y la forma de relacionarnos entre todos? ¿Cuál es la nueva manera de vincularnos con las familias? Ninguna de las preguntas tiene una respuesta ligera, todas son parte de una reflexión profunda, pasando por lo social y lo individual, incluyendo desde el contexto político hasta el económico, sumado al aspecto de que como seres humanos hemos perdido la vista de cuanto ha de señalarnos un norte hacia el cual dirigir nuestros pasos sin perder la esencia de las cosas, los aspectos más importantes, los que han de fortalecer los valores, la propia moral y un eje de virtud. Valga el debate y la explicación que ha de encontrar cada una de las preguntas. La más cierta de todas es la premura que nos impulsa a intentar resguardar lo que queda al respecto e intentar devolver y acrecentar los valores.
Como docentes es un gran desafío llevarlos entre los libros, puesto que no está previsto en ninguna parte de los contenidos curriculares que debemos enseñar. Sin embargo el vacío tanto conceptual como de interés por parte de los alumnos ha de ser cada vez mayor. Realmente es muy poco lo que les interesa en cuanto a lo que deben aprender en cada materia, cada vez aprenden menos de cada una de ellas, cada vez se los desliza con mayor ligereza por la escuela, desvirtuando en todos los sentidos la necesidad de que realmente salgan preparados de la escuela. Hay un mundo afuera que no sólo los espera, sino que los necesita con la capacitación necesaria, en contenidos y también en virtudes.
A todo esto sabemos reconocer que muchas de las falencias han de venir de casa, y adoptando la parte que nos toca, de todos nosotros como educadores. Tratamos de transmitir una currícula que pocas veces podemos cumplir, nuestras clases lentamente van empobreciéndose en explicaciones, en exigencia, en disposición y en sostener una estructura de valores en las que nuestros alumnos logren identificarse y entusiasmarse. Ya quisiera uno que aprendan con tanta ligereza y facilidad! Muchas veces nuestros chicos están desarmados, desanimados, poco los incentiva, poco conocen de sí mismos. No de cómo han vivido, sino de lo que son capaces. Vacíos de virtudes y valores, muchas veces de afecto y contención también…Tal es la prisa, tal es el espacio que cuesta ser reconocido dentro de la educación verdadera. Nuestros alumnos tienen a disposición mucha información y poco y nada de formación, y en plena era de la comunicación nos comunicamos bastante poco con ellos, aunque les hablemos mucho.
Educar en valores quizás no garantiza la aprehensión de los mismos, puesto que hay una innata tendencia en cada ser humano, que soy incapaz de explicar, que hace que para cada uno se demore su tiempo la profunda comprensión, aceptación y vivencia de los mismos. Sin embargo jamás deja de ser imprescindible señalar el camino y permitir que se desarrolle la convicción que deviene únicamente de la propia experiencia.
Las principales e inequívocas señales de la necesidad de educar en valores son principalmente las que tienen que ver con la apatía generalizada de los adolescentes y la pérdida de respeto por sí mismos, la vida misma no pareciera tener valor a través de sus ojos. No se saben valiosos ni capaces, demuestran permanentemente una gran necesidad de afecto y atención. Pienso que son estos los aspectos que más nos preocupan a la hora de interactuar con nuestros alumnos. Como casi todos los que respiramos el aula, no creo que educar sea informar, ni cumplir a tiempo una cantidad de contenidos solamente, hay mucho más que requiere atención y nos hace desviar permanentemente la mirada de los temas del programa. No tener miedo de enfrentar el desafío de proponerlos y enseñarlos es darle forma definitiva a una educación integral y mejorar indudablemente el presente y el futuro de nuestros alumnos, así como de la sociedad en general.
martes, 26 de noviembre de 2013
¿Qué
significa la honestidad?
En principio dejemos en claro que el término honestidad
deriva del latino honestistas, la
cual a su vez significa ser una persona
justa, recta, decorosa, pudorosa y claro está honesta.
La honestidad es
uno de los tantos valores que deseo sigan vigentes, y significa decir siempre
la verdad. También equivale a ser una persona que razona, que es recata y
decente. Es decir una persona honesta.
Claro que para los filósofos cuando se habla de honestidad,
la misma es una cualidad de cada ser humano y consiste en desenvolverse estando
su mente y su corazón manteniendo una estrecha coherencia. Una persona honesta
jamás va a mentir ni tampoco caerá en el deseo de engañar. Siempre será una
persona franca.
Por supuesto que la honestidad es necesario aplicarla a
uno mismo y luego a los demás como así también a los actos llamados injustos.
Para mantener esta honestidad tan valiosa, no debemos caer en las redes
tramposas del autoengaño y ser siempre sinceros con nosotros mismos.
Muchos filósofos como Kant,
Hebermas, Lamustini y los más contemporáneos han escrito sobre esta palabra sagrada.
Todos han coincido en que la honestidad forma parte de los principios éticos que
han de justificar nuestras conductas y comportamientos morales. Confucio, por
su lado dijo al respecto que: “La honestidad es uno de los
valores y componentes más importantes de una personalidad saludable con tu
entorno y con los demás”.
Para utilizar un lenguaje
menos filosófico laser honesto implica actuar con completa coherencia y
sinceridad siempre respetando los valores como la verdad y la justica de los
cuales ya hablaré.
La honestidad no puede tener
como ase le propio deseo, ni pensar que se siente la absoluta verdad. Vale decir
que es fundamental que cada persona deje sus propios intereses a un lado para de esta manera ser honesta y ser considerada como tal.
Al ser honesta, la persona no
sólo está adquiriendo y poniendo en práctica
no sólo un valor humano, sino que además se está respetando a sí misma como ha
de respetar a sus semejantes.
Por todo lo dicho, la honestidad
deviene indispensable en todo ser humano y es la llave, la pieza principal para establecer buenas relaciones
tanto a nivel amistoso, en la familia, en la pareja y en la sociedad en la cual
convive con sus otros que a su vez forman parte de él.
“Una vida con honestidad es la mayor bendición”
“El que dice siempre la verdad es fiel a sí mismo”
“Cuando obramos con verdad, contribuimos a
crear un mundo más justo”
Lilia Canosa
La importancia de la ética en todos los ámbitos y en este caso también en las empresas.
Ética en las
Organizaciones.
Según, Manuel Velasquez, “La ética en los negocios o en las organizaciones es un estudio especializado de lo moralmente correcto o incorrecto. Se concentra en las normas morales en la medida en que éstas atañen concretamente a las políticas, instituciones y comportamiento de los negocios”.
Los actos de las empresas y de los individuos
que hacen parte de ellas, repercuten de manera positiva o negativa en otras
empresas, otros individuos u otros procesos
La cuestión ética es de gran relevancia para
todo individuo y se extiende al ámbito empresarial. En cada decisión que se
tome, estará inmiscuido algo de ética. Trátese de negociaciones con proveedores
o con el sindicato, de contrataciones o despidos de empleados, de asignación de
responsabilidades o de lanzar una promoción, la ética siempre está presente.
A través de la ética se puede acabar con
prácticas corruptas que destruyen valor y dañan la economía y la sociedad, si
ponderamos más la cultura organizacional, con valores comunes (más que códigos
o reglas) que sirvan como sendero de los individuos que conforman las
organizaciones podríamos dar mayores componentes éticos a una empresa. Si nos
basamos en que el capital humano es uno de los mayores activos empresariales,
si no el mayor, y tomamos conciencia que estas personas valen por sí mismas, que
se les debe respetar y que no se les puede tratar como un medio sino como un
fin, habremos dado el primer paso para fundamentar éticamente las
instituciones. Una organización que viva según los cinco valores básicos: Igualdad,
Libertad, Dialogo, Respeto y Solidaridad estará mejor preparada para el futuro.
Ética Social Aplicada
El concepto de ética, según Etkins: “La primera acepción es
descriptiva y utiliza meta criterios para explicar el sentido de los enunciados
éticos. Estos meta criterios se utilizan para distinguir lo bueno de lo malo,
lo justo de lo injusto, lo libre de lo dominado. Este enfoque desde la propia
ética, estudia el significado de los valores y de los juicios de valor en el
plano de lo simbólico, es decir, qué significan dichos principios para los
individuos que coexisten en el sistema”.
En el dominio de lo descriptivo, estas mencionadas líneas
ideológicas llevan a la construcción de la identidad corporativa, a la
representación que el sistema tiene de sí mismo y que los miembros reconocen
como el “ethos” de la organización en
que trabajan. La desviación perversa en este nivel consiste en los intentos de
confundir una construcción social y cultural (como los valores) para tratarlos
como si fueran algo natural, presentándolos como algo inevitable para los que
sufren, por lo que son obligados a negar su propia identidad individual.
Una segunda orientación en el estudio de ética, trata con
conceptos que sirven para definir las conductas socialmente aceptables, son
códigos de conducta que definen las acciones preferibles. Estamos en el ámbito
de la moral positiva, la definición del debe ser. Son la ideología, las
creencias, los prejuicios en los grupos y las organizaciones sociales. La
desviación perversa consiste en la imposición de valores que los miembros no
reconocen como propios.
Por último, analizamos la ética aplicada en situaciones o
contextos específicos, o ética de las desigualdades. En este sentido valdrían
como ejemplo las cuestiones de discriminación sexual o racial, la obediencia
debida. Las desviaciones perversas tienen que ver con la corrupción, la
hipocresía, la mentira o el cinismo en las prácticas sociales.
Vamos a mostrar las implicaciones que trae consigo sostener que
los principios morales son universales, es mantener los valores como algo
absoluto, sin considerar el contexto o las consecuencias de su aplicación. Aquí,
la desviación consiste en ignorar las desigualdades sociales y culturales, o
las diferencias de poder entre los miembros, que impide que ellos elijan libremente
en la organización.
En segundo lugar, el llamado relativismo moral, que reconoce
límites culturales y se basa en las tradiciones, los usos y costumbres
aceptados en un determinado lugar y momento histórico. Vamos a considerar como
desviación perversa la cambiante interpretación personal de los códigos morales
según la conveniencia de los participantes y las necesidades del momento.
En tercer lugar, mostraremos el escepticismo de quienes niegan la
conciencia moral como algo autónomo que permita valorar los actos como
correctos o incorrectos, con lo que es considerada, por tanto, como un hecho
irracional.
La ética social como disciplina de estudios, se refiere a la
existencia de meta criterios para la guía, y la evaluación de los
comportamientos del hombre en sociedad. Criterios tales como la bondad, la
justicia y la libertad.
También en el interior de las organizaciones se construyen
conjuntos de valores y creencias que definen lo permitido y lo deseable para
sus integrantes.
En ellos encontraremos un ethos o sistema de valores congruentes
con la misión institucional.
A la vez dichos establecimientos no son cerrados, funcionan en el
marco de un complejo orden político, social, cultural, jurídico y económico.
Las consideraciones éticas y las normas morales atraviesan las organizaciones y
se proyectan sobre su interior con distinto grado de adhesión y legitiman las
prácticas.
Dichas organizaciones son construidas en el marco de un orden
social mayor. En dicho orden, se reconoce la naturalidad de ciertos hechos
sociales, su desvinculación de los intereses individuales. La organización no
puede desconocer dicha realidad social. Lo ético permite aclarar qué significa
la afirmación de que “no puede” desconocerlos.
La perversidad no se refiere a la desviación respecto de lo
normal, de lo habitual o de una transgresión a las misiones de una institución.
Lo inmoral se refiere al incumplimiento en la organización de los principios
cohesivos, del “deber ser” social, de los valores que sostienen y articulan la
sociedad.
Cambiando el nivel de recursividad en el análisis del sistema
social, pasamos a evaluar las desviaciones desde la perspectiva de lo moral. La
contextualización de las acciones hace emerger lo perverso frente al
observador.
La ética es el fundamento cuyos valores esenciales deben organizar
la vida social, como la libertad y la dignidad humana, el bien común, lo bueno,
lo equitativo y lo justo. Para lo que se le asigna un conjunto coherente de
significados al vocabulario valorativo, de manera que el análisis de lo
deseable no dependa exclusivamente de las definiciones individuales. También
brinda argumentos que muestran al ocio y la mentira como algo inmoral.
En el nivel de meta criterios la ética social se interroga sobre
la cuestión de la justicia y de los derechos humanos. La ética también se
pregunta por el trato desigual (pero justo) a los desiguales. Aparece el
problema de establecer los criterios para reconocer la diferencia, es decir,
las pautas distributivas.
Como discurso, la ética es la argumentación acerca de los valores
y conceptos morales; es el estudio del por qué en lo social hay sistemas de
preferencias que privilegian ciertos criterios de conducta sobre otros.
Las cuestiones éticas en las organizaciones sociales no pueden
tratarse como si fueran problemas de optimización de decisiones. La ética es un
encuadre que define los valores en juego, los mandatos sociales a considerar en
la situación.
La ética social, pertenece más al orden de las preferencias, no
del conocimiento. No se expresa como leyes objetivas. Se expresa en forma de
necesidades, deseos y representaciones conscientes e inconscientes que se
articulan en forma compleja para constituir el imaginario social.
Sólo en un paso posterior en cuando la ética puede constituir el
objeto de una reflexión sobre hechos o conocimientos, es decir, después que se
ha impuesto en el sistema como un conjunto de comportamientos y de reglas ya
experimentados.
El dominio del saber o el conocimiento racional se preocupa de las
explicaciones y de la causalidad de las acciones. La perspectiva ética se
preocupa por la justificación de las acciones en términos de lo bueno, lo
correcto, lo justo, lo equitativo.
De manera que en lugar de hipótesis, leyes, teorías o modelos
verificables, los sistemas de ideas éticas se manifiestan como creencias en
normas y principios morales. La ética se expresa a modo de valores, de lo
considerado deseable como guía y para orientación de los comportamientos en una
comunidad moral.
Hablamos de la ética en el contexto social y cultural que elegimos
como referencia.
Querer,
poder y deber ser
En el estudio de la perversidad en las organizaciones sociales,
hablaremos de la ética como las razones del deber ser, de los mandatos que se auto
justifican porque llevan las razones en sí mismos y no requieren ser
demostrados para exigir su cumplimiento.
La ética se basa en el concepto de imperativos categóricos o
universales. Un imperativo en un concepto a priori, que expresa un deber, una
ley moral. Se trata de un deber de virtud que estás fuera de toda condición o
interés externo, porque vale por sí mismo.
La complejidad de lo ético no radica en que los imperativos (el
deber ser), no están conectados entre sí de manera lineal.
La ética social aplicada, se refiere a un conjunto de meta
principios acerca de los temas que los juicios morales deberían respetar.
La discusión acerca de lo absoluto y lo relativo de los principios
morales es una de las cuestiones que trata el discurso metaético. Es el tema de
la contextualización de los comportamientos sociales en grupos y
organizaciones, con el objeto de evaluar la legitimidad de los valores
aplicados.
Dentro de lo ético corresponde pensar si lo moral es siempre y
sólo intuitivo y emocional. Pensar si se trata de cumplir con un precepto o
mandato social que además tiene fundamentos lógicos, si los juicios morales
deben ser fundados o razonados y por lo tanto si pueden ser discutidos, puestos
a prueba. La ética se pregunta si son posibles las normas de conducta válidas
objetivamente, más allá de las apreciaciones personales.
La respuesta a estas preguntas origina desviaciones como el
autoritarismo, el dogma, el relativismo o el escepticismo.
En el plano de lo ético también se discute sobre el significado de
los llamados valores y sus alcances como conceptos reguladores de la conducta.
Se pregunta si tiene sentido hablar del incumplimiento de esos valores por
parte de alguno de sus integrantes y si corresponde sancionarlo según sea la
norma que han transgredido.
En el dominio de lo ético se reflexiona si los valores por los que
se lucha en la organización son elementos objetivos o siempre están sujetos a
la particular apreciación de quien los pondera. La cuestión es que existen
múltiples mandatos sociales aplicables a la misma situación y allí es necesaria
la ponderación personal.
El dilema es la coexistencia del “macro código” de la ética o
responsabilidad social, junto a las connotaciones internas (o intracódigo
moral).
La sociedad requiere que se obedezcan los mandatos, y que los
integrantes se adhieran a las virtudes preconizadas por el sistema de valores.
Pero dicho problema (y una de las fuentes de la perversidad) es
que la sociedad puede organizarse de tal modo que las normas sociales
necesarias estén en conflicto con las normas para la integridad, y el desarrollo
de sus miembros. Este hecho, nos indica que la ética social no es absoluta en
sus contenidos, y contiene principios que benefician más a unos grupos que
otros.
El contenido de la perversidad, la desviación concreta, la define
el observador externo. Formula una definición heterónoma, es decir que
confronta la acción o la situación concreta con un principio, mandato o valor
que a los efectos de su evaluación toma como referencia de lo justo, lo bueno o
lo verdadero.
Su perspectiva es más amplia porque está observando
simultáneamente otros contextos sociales (o niveles de recursividad) que
enmarcan la realidad cercana del actor. La diferencia con los actores de la
perversidad es el encuadre o marco de referencia de a acción.
En el plano de la ética social se discuten entonces los criterios
externos, es decir aquellos que los integrantes toman como referencia para
darle validez moral a sus acciones o para definir su sentido de
responsabilidad. En este nivel, los problemas se razonan desde la sociedad
hacia las organizaciones que la integran.
El problema de la ética es el alcance, la prioridad y la
coherencia entre principios que afectan otros principios.
Por ejemplo, en el plano de la ética médica, la cuestión de hallar
la diferencia entre matar y dejar morir. En la ética militar conocer hasta
donde llega la obediencia debida.
Una cuestión ética implica resolver la coexistencia de valores. No
se trata de la elección de un solo valor que corresponda o sea pertinente a una
situación determinada. Se trata de una decisión intrínseca o meta decisión.
No podemos hablar de la perversidad como si se tratara de algo
absoluto o invariable, sino que cada situación necesita definirse por
referencia a la ética, es decir, los valores que vamos a hacer prioritarios. El
daño, o bien lo positivo de la acción, resultará entonces de analizar la trama
de relaciones en dicho marco ético.
La
ética Autoritaria
Queremos señalar básicamente dos desviaciones en el plano de lo
ético. La primera, el relativismo. La segunda, el autoritarismo. En el primer
caso se observa un estado de confusión moral. La idea dominante es que no hay
afirmaciones que sean objetivamente válidas.
Lleva a pensar que sólo es verdad aquello que sirve.
En cuanto a la ética autoritaria su mandamiento es que si algo es
bueno para la empresa, también lo es para el integrante, incapaz de saber qué
es lo bueno para sí mismo.
También se lo inhibe de hacer críticas al sistema. Se establece el
culto a la obediencia debida, típica de sistemas totalitarios, también llamados
“instituciones totales”.
La ética totalitaria sostiene que las instituciones son
instrumentos sociales. La búsqueda de sus metas justifica ejercer todo el poder
necesario, incluyendo el recurso a las fuentes irracionales de la autoridad,
como el temor, la ansiedad y la impotencia. Las organizaciones con relaciones
perversas le temen al juicio racional y la crítica, por lo que buscan la
sumisión emocional de sus integrantes.
Frente a lo autoritario se encuentra la ética humanitaria.
En ella rige el supuesto de que todo organismo es único, y que su
primer deber es estar vivo. Lo ético consiste en agregar que el hombre no puede
realizarse en estado de desvinculación con su medio social.
Los códigos y convenciones éticas requieren para su plenitud la
libre adhesión de los actores sociales. No convertirlos en sujetos del poder,
sometidos a la eficacia de los controles externos aún cuando dichos controles
se presenten como componentes de un sistema ético.
Foucault reconoce la singularidad de los sujetos éticos y su
posibilidad de ser creativos. Como modo de subjetivación y de realización
personal, es una ética que toma distancia de lo meramente prescriptivo, de los
códigos impuestos, de lo masivo y uniformante de la sociedad.
Estamos hablando de una ética no dependiente ni sometida al poder
de las estructuras económicas y políticas. Es tratar de distanciar la verdad y
lo justo del orden de los intereses asociados al poder social.
Lo ético es un imperativo, pero no una coacción. Supone una
voluntad de los actores de hacer el bien en libertad.
La ética tiene que ver con la autonomía del sujeto ético. Esto le
da fuerza a la ética porque se refiere a una adhesión subjetiva y no a una
imposición.
En cambio, la moral implica una contextualización y se refiere
fundamentalmente, a ciertos valores, usos y costumbres en la comunidad. A
través de la moral en las organizaciones se busca la adhesión, pero ahora a
ciertos proyectos, credos o valores específicos. Es decir, aquí se plantea la
posibilidad del manejo de los códigos morales para el poder político.
No tiene sentido hablar de una ética de las empresas, o lo tiene
en el sentido de una ética autoritaria. Y ello porque en las empresas lo
deseable tiene que ver más con lo conveniente (eficaz) que con lo bueno, y de
allí sus tendencias restrictivas en cuanto a las libertades de sus miembros.
La
misión no cumplida
El sistema de valores y creencias tiene una función articuladora
de los grupos y organizaciones, sostiene la cohesividad en las acciones de sus
integrantes.
Dicha función se ubica en el llamado meta control del sistema. Es
el nivel donde se formula el ethos organizacional.
El concepto de control en este aludido meta control no implica
vigilancia o imposición.
En este nivel identificativo del sistema se encuentra la
representación conceptual que la propia organización tiene sobre sí misma.
Es un saber que orienta a sus integrantes y permite al sistema
mantener una existencia autónoma o identificable en su medio cambiante.
En este nivel se define lo que la organización es, se expresan sus
misiones como institución social, se marcan las diferencias con otros sistemas,
se fijan los límites a lo aceptable como legítimo en el interior de la
organización.
Para el análisis de la perversidad en organizaciones debemos fijar
nuestra atención en este nivel de decisión y control o meta sistema conceptual.
Produce un estado de indefinición o de ambigüedad en el ethos que
se desdobla en forma incongruente entre el decir y su realización, llegando así
a la doble moral y al doble discurso.
Esta situación, suele resultar del poder que ejercen ciertos
grupos para imponer nuevas versiones sobre la razón de ser de la organización.
Cuando nos ubicamos en el nivel del meta sistema, estas
desviaciones pueden analizarse mediante el par conceptual armonía-disonancia.
El impacto de las desviaciones en los valores del modelo de
organización es particularmente visible en las organizaciones con culturas
cerradas y estructuras jerárquicas basadas en la permanencia de los valores
tradicionales o fundacionales.
Son desviaciones que afectan o cuestionan no sólo a las misiones,
sino también al esquema establecido de creencias y valores organizacionales.
Loa valores que se establecen en el meta sistema y que sirven como
parámetros para el control, son una condición para la cohesión y la autonomía
del conjunto.
Cuando el sistema admite las desviaciones porque no las juzga ni
las condena, existe una redefinición de los valores en el meta control.
Aparecen valores y lógicas contradictorias, un doble discurso que oculta el
conflicto, normalizando las acciones desviadas.
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